martes, 6 de enero de 2015

Me viene desde el norte tu voz suave,

Me viene desde el norte tu voz suave,
libre alma como Pippi, la de largas
calzas, a almibarar estas amargas
horas, como si un lento plumón de ave
me tocara y envolviera hasta abrazarme.
No tienes que estar, basta que me avises.
De ese llano blanco de vientos grises
me llega tu voz clara para darme
no frío glacial, sino cálida lumbre;
y me recuerdas al Capitán Trueno
y su alta princesa Sigrid de Thule,
ave nival sobre tu abierta cumbre,
fiordo tranquilo para un sueño ajeno,
aurora boreal de ojos azules.

No hay comentarios:

Publicar un comentario