No te quiere. Están los largos días
ahora enfrente de ti, como muros.
Debes pasar por todos tus oscuros
pensamientos. No tendrás alegrías.
Oirás el tiempo silenciosamente
y andarás por la calle de puntillas.
Te arrebujarás en las enagüillas
de la mesa y hablarás más suavemente.
Lo harás todo más despacio. Quisieras
que las cosas tuvieran terciopelo
y en tu pecho ruin anida el asma.
No tocarás a nadie... Ojalá pudieras
borrar algo tu sombra sobre el suelo.
Quizá haya consuelo en ser un fantasma.
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